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Un aspecto fundamental para poder disfrutar de una alberca, es sentir certeza absoluta de que el agua está limpia.

¿Cuántas veces no has ido a algún espacio público con alberca y te has abstenido de nadar en ella por esta misma razón?

Sea en un espacio público o en tu alberca personal, un adecuado mantenimiento de albercas es esencial para lograr esto. Y esto es simplemente sólo un aspecto de tantos que tiene el mantenimiento y el cuidado en general.

En Albercas Y Punto hemos preparado esta guía de manera detallada para que puedas tener el cuidado perfecto de tu alberca, y así la puedas disfrutar en todo momento y obtener el máximo provecho.

Adicionalmente, nuestra intención es desmistificar y simplificar este proceso—sin sacrificar calidad—para poder resolver cualquier duda que pudieses tener.

Finalmente, te recordamos que todos los productos necesarios para el mantenimiento de tu alberca los podrás encontrar en nuestra tienda.

Sin más preámbulos, comencemos!

El primer paso primordial siempre será mantener los niveles de químicos adecuados en la alberca, principalmente el cloro y el pH.

Dependiendo de los resultados de tus pruebas, puede que sea necesario agregar químicos adicionales. En general, se recomienda mantener el cloro en 3.0 y el pH en 7.6.

En nuestra tienda en línea contamos con el kit esencial analizador de cloro y pH marca Inter Water.

En caso de que la alberca en cuestión tenga residuos de gran tamaño que te impidan cepillar y aspirar de manera cómoda, utilizando una red de pala y una red de bolsa, inicia removiendo cualquier residuo de gran tamaño que se encuentre flotando o en el fondo de la alberca.

Sin embargo, recuerda que solo es una limpieza preliminar para que el proceso de cepillado y barrido pueda ser realizado con facilidad y disminuir posibles daños a tu equipo de limpieza.

Cepilla las paredes de tu alberca. El enfoque de este paso es que cualquier sedimento o micropartículas adherida a ellas se traslade al fondo de la alberca para que pueda ser aspirado posteriormente. Además evitarás que se desarrollen las algas.

No olvides cepillar las esquinas, escalones o cualquier rincón que pueda acumular residuos adicionales, presta atención especial a estos aspectos.

No cuentas aun con un cepillo? Checa este excelente cepillo de Nylon Pentair.

Monta tu aspiradora: Conecta la cabeza de la aspiradora al extremo de la manguera de aspiración, y subsecuentemente conecta la manguera a la línea de aspiración.

Procede a encender la motobomba de tu alberca para iniciar el proceso de succión. Asegúrate de que las válvulas de succión estén en la posición correcta para permitir que el agua fluya a través de la manguera de aspiración.

Comienza en un extremo de la alberca y mueve la cabeza de la aspiradora en un movimiento de ida y vuelta. Presta especial atención a las áreas que usualmente acumulan muchos residuos, como esquinas y escalones.

A medida que aspire, los residuos se recolectarán en el cesto de tu filtro. Para de aspirar y vacía el cesto según sea necesario para asegurar que la succión siga siendo fuerte y continua.

No olvides aspirar las paredes y la zona profunda: Utilizando la cabeza de la aspiradora, limpia las paredes y el suelo de la alberca para eliminar completamente la suciedad y los residuos.

Una vez que hayas terminado de aspirar toda la alberca, apaga la bomba y desconecta la manguera de aspiración.

NOTA: Es importante aspirar regularmente tu alberca, idealmente una vez por semana, para mantener el agua limpia y clara.

Aquí es donde se acumula la basura de la alberca.
El proceso de limpieza es muy sencillo, donde sólo tienes que retirar la tapa donde se encuentra la canastilla, sacarla y limpiarla.

Si tu alberca no cuenta con una cubierta, este paso no es necesario. Haz click aquí para ir al siguiente.

Primero quita la cubierta de la alberca y en una superficie plana retira todas las hojas, ramas o residuos puedes utilizar una manguera con agua a presión.

Después puedes mezclar en una cubeta con agua, una solución de limpieza con algún detergente suave.

Aplique la solución de limpieza: Utilice una esponja suave o una microfibra para aplicar la solución en la cubierta. Asegúrate de frotar suavemente para evitar daños a la cubierta. Por último, enjuague bien hasta retirar toda la solución de limpieza y los residuos.

Repetir según sea necesario: Dependiendo del nivel de residuos y la frecuencia de uso, puede ser necesario limpiar la cubierta con más frecuencia.

Existen cubiertas con medidas estándar las cuales puedes recortar y personalizar de forma muy sencilla, o bien puedes mandar a hacer una a la medida para tu alberca.

Esto es un proceso relativamente sencillo, pero se debe realizar antes de alterar o agregar cualquier químico a la alberca. De cierta manera, esto es un secreto del más profesional mantenimiento de albercas.

Para hacer esto, primero se apaga la bomba y se cambia la posición de la válvula del filtro a retrolavado.

Después, abre la válvula de drenaje y enciende la bomba para que el agua comience a salir al drenaje. Verifica la turbidez y cuando el agua se ve transparente, vuelve a apagar la bomba.

Cambia la posición de la válvula a enjuague y vuelve a encender la bomba por unos segundos.

Finalmente vuelve a colocar la válvula en posición de filtrado y reinicia el ciclo normal de filtrado.

Este paso lo puedes realizar cada vez que observes que disminuye la presión de los chorros de agua en la alberca, o bien si se regresa un tanto de suciedad finita a tu alberca.

Desafortunadamente, no podemos ser completamente precisos y detallados en este paso, ya que dependerá del tipo de uso y frecuencia que le des a tu alberca. En filtros de arena se recomienda ver el estado de tus arenas cada 6 meses, y en filtro cartucho cada 2-3 meses. Esto es porque los filtros pueden saturarse de suciedad y residuos y con ello reducir su capacidad de filtración adecuada.

Consulta las instrucciones del fabricante o de tu distribuidor de sistema de filtración para el procedimiento adecuado.

Un proceso de mantenimiento de albercas completo y detallado no puede descartar este paso.

Este paso lo podemos realizar cuando el agua se ha puesto muy verde y que por medio de otros pasos no pudimos recuperar su claridad.

Primero lo primero. Comienza por apagar todo el equipo de la alberca, incluyendo la bomba y el filtro.

Determina la cantidad necesaria: Con un kit de pruebas de cloro determina la cantidad necesaria de cloro para tu alberca. Asegúrate de seguir las instrucciones del fabricante del producto de choque de cloro. Habitualmente se recomienda 3 veces más sobre la dosis estándar que sueles aplicar.

Posteriormente, añada el cloro en el área de la alberca donde se encuentra la bomba y trata de distribuir el cloro uniformemente en toda la alberca.

Finalmente, vuelve a encender todo el equipo de tu alberca, incluyendo la bomba y el filtro y déjela reposar durante al menos 8 horas antes de volver a nadar en la alberca.

En caso, de que esto tampoco funcionara, tendríamos que pensar en aplicar floculantes y modificación de ph para lograr asentar toda la suciedad y aspirar.

Te recomendamos realizar un seguimiento periódico utilizando un kit de pruebas de cloro para medir el nivel de cloro en el agua de tu alberca durante los próximos días para asegurarte de que el nivel se mantenga dentro del rango recomendado.

Si tienes dudas adicionales, siempre refiérase a las instrucciones del fabricante de tu alberca y equipo específico para obtener la información más precisa.

Asegúrate de que el nivel de agua en la alberca esté en el nivel adecuado.

Si el nivel de agua es demasiado bajo, puede causar que la bomba se queme. Si el nivel de agua es demasiado alto, puede causar que el skimmer se desborde.

Drena y vuelva a llenar el agua de la alberca cada 3 a 5 años, o según sea necesario, para mantener el agua limpia y clara.

Lo primero es que te puedes preparar con un sistema de calentamiento, para poder disfrutar de tu alberca con temperaturas agradables durante todo el año. Algunas opciones son:

Paneles solares
Bombas de calor
Calentadores eléctricos
Calderas de gas

Contáctanos si requieres asesoría para identificar cual es el método ideal para tu proyecto.

En caso de querer clausurar durante el invierno, es importante invernar la alberca para protegerla de posibles daños. Esto puede incluir quitar la escalera, trampolines, toboganes y la cubierta de la alberca.

Crea un breve protocolo periódico de mantenimiento preventivo.

Este protocolo puede incluir revisar la bomba de la alberca, el filtro y el calentador para asegurarse de que estén funcionando correctamente. Busca fugas y haz reparaciones según sea requerido.

Para finalizar, mantén presente que el mantenimiento de albercas es un proceso fundamental para que una alberca sea limpia y segura para nadar, algo esencial para disfrutar plenamente de su uso.

Recuerda, esto incluye medir regularmente el agua para asegurar que los niveles de pH, cloro y alcalinidad estén equilibrados, retirar de la alberca residuos y algas, y vaciar el filtro.

Además, es importante realizar un retrolavado en el filtro de la alberca periódicamente.

La cubierta también debe limpiarse regularmente para evitar acumulación de residuos y manchas.

Recuerda, que lo más recomendable es seguir las instrucciones del fabricante para su equipo y productos específicos para garantizar una limpieza y mantenimiento adecuados. Con un mantenimiento regular, tu alberca estará lista para disfrutar durante todo el año.

Esperamos que esta guía general que creamos para mantenimiento de albercas te sea de gran utilidad.